*Industria en Tijuana intensifican envíos de productos a Estados Unidos para evitar el impacto de un arancel del 25%. La incertidumbre comercial modifica el flujo habitual de exportaciones en la frontera.
El sector industrial de Tijuana ha intensificado el envío de mercancías hacia Estados Unidos como medida preventiva ante la amenaza de un impuesto arancelario del 25% a productos mexicanos, advirtió Israel Delgado Vallejo, vicepresidente de la región noroeste de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar). Esta medida surge luego de que el gobierno de Donald Trump condicionara la suspensión del arancel a un mayor control migratorio y acciones contundentes contra el tráfico de fentanilo desde México.
En respuesta a la presión estadounidense, el gobierno mexicano desplegó a miles de elementos de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en la franja fronteriza. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y el sector industrial ha adoptado estrategias preventivas para asegurar el flujo de mercancías antes de que entre en vigor la medida arancelaria.
De acuerdo con Delgado Vallejo, desde enero y febrero se ha registrado un aumento del 30% en el traslado de productos hacia Estados Unidos en comparación con años anteriores. Algunas plantas industriales incluso han duplicado sus envíos, no por un incremento en la producción, sino para adelantarse a la posible aplicación de aranceles y evitar mayores costos comerciales.
“El aumento que estamos viendo es completamente preventivo, la industria quiere adelantarse para tener inventarios suficientes en caso de que no se logre un acuerdo entre ambos países”, explicó el representante de Canacar. Añadió que esta tendencia se ha concentrado en las últimas semanas, aprovechando la operatividad de la frontera antes de que entre en vigor el arancel, programado por el gobierno de Trump para el próximo 4 de marzo.
El representante de Canacar señaló que, tradicionalmente, los primeros meses del año son de baja demanda en el traslado de mercancías industriales. Sin embargo, la incertidumbre actual ha modificado el comportamiento del sector, y algunas empresas incluso consideran mover su producción a otras regiones para evitar posibles costos adicionales por el impuesto arancelario.
Delgado Vallejo concluyó que mientras no exista certeza en las negociaciones comerciales entre México y Estados Unidos, el adelanto en los cruces de mercancías continuará. La industria de Tijuana, por su ubicación estratégica, juega un papel clave en este contexto, buscando proteger su flujo comercial ante un escenario incierto que impactaría directamente en la competitividad de las exportaciones mexicanas.