Al ser preguntada durante su sesión matutina semanal, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, confirmó que ella y su esposo, Carlos Torres Torres, están en proceso de divorcio.
“Estamos en proceso de divorcio, yo respeto mucho a Carlos, es un gran hombre, un gran papá y lo estamos haciendo con mucho cariño y con mucho respeto”, declaró la mandataria frente a medios.
La revelación ocurre meses después del escándalo que desató la revocación de sus visas estadounidenses, medida que afectó tanto a la gobernadora como a Torres y que generó una ola de especulaciones sobre sus causas y posibles vínculos con investigaciones internacionales.
No obstante, los cuestionamientos sobre la visa revocada no son los únicos que pesan sobre el esposo de la gobernadora. Torres ha sido objeto de señalamientos relacionados con investigaciones por posible lavado de dinero y robo de combustible, así como cuestionamientos sobre su papel en proyectos estatales y municipales como Coordinador de Proyectos de Regeneración de Espacios Públicos.
Ubicando a la mandataria en un momento particularmente complicado que altera su vida privada y expone tensiones personales, mientras atraviesa una crisis política derivada del retiro del documento migratorio. Situación que ha generado un ambiente de alta tensión tanto en el ámbito institucional como mediático, pues la gobernadora enfrenta el reto de mantener la estabilidad de su administración en medio de cuestionamientos públicos y especulaciones sobre el impacto político de su entorno familiar.
La mandataria estatal subrayó que el proceso se está llevando a cabo con respeto y cariño mutuo, reiterando su aprecio por Torres al describirlo como “un gran hombre y un gran papá”. Asimismo, agradeció a los medios de comunicación por tratar el tema con prudencia, al ser —dijo— un asunto estrictamente personal.
Con esta confirmación pública, la figura de Marina del Pilar crece en controversia y en escrutinio mediático. El entorno político observará con atención cómo evoluciona la situación personal de la gobernadora, mientras persisten las investigaciones y señalamientos en torno a su aún esposo, Carlos Torres.