Se gastan millones para reparar socavones, pero ni un centavo para evitarlos

Por Rodrigo Medeles R. / Columna de Opinión.

Los millones de pesos que se gastan en las reparaciones de los socavones que se extienden a los largo y ancho de la canalización del Río Tijuana se podrían evitar si se atiende la indigencia en dicho lugar.

Son las decenas de personas en situación de calle las que causan la mayoría de estos hundimientos repentinos que colapsan el pavimento y por ende la movilidad de miles de tijuanenses.

No es un secreto a voces que estas personas utilicen las llamadas “bocas de tormenta” para resguardarse ante las inclemencias del clima, en tanto que otros más osados la convierten en hogar.

En los dos casos, la excavación que hacen en las paredes de los túneles para convertirlas en camastros provoca que se desestabilice el suelo y se convierta en socavón, lo que se traduce en un gasto.

También existe el daño por quema de cableado, plástico y otros materiales que utilizan las personas en situación de calle para su venta y otros para darse calor en los tiempos de frío extremo.

Es del erario de donde proviene el pago millonario para su reparación, del que, con mucha facilidad se anuncian obras importantes y algunas en tiempo récord para darle solución al problema.

Sin embargo, no hay solución de raíz, lo que precisa, que se continuará erogando del gasto público los montos para las reparaciones, pero no se invertirá un centavo en una solución integral para terminar con la indigencia en la canalización del Río Tijuana.

Para que la cuña apriete…

La última limpieza de la canalización del Río Tijuana les costó a los tijuanenses un aproximado de 90 millones de pesos en la administración de Jaime Bonilla… Hoy se está a tiempo de evitar ese desmesurado gasto.

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