Una compañía privada de EEUU ha recibido recursos federales para implementar un plan piloto que busca reducir contaminantes atmosféricos en el río Tijuana, sin embargo, investigadores advierten que la tecnología podría agravar la crisis.
Según documentos, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) otorgó a Greenwater Services, con sede en Ohio, una subvención de 2.5 millones de dólares para ensayar su tecnología de nanoburbujas destinada a capturar contaminantes en la vertiente del cuerpo de agua.
El procedimiento, anunciado como libre de químicos y seguro, consiste en inyectar burbujas de ozono en el agua, un gas que reacciona con las sustancias y puede descomponerlas, no obstante, el método solo ha sido aplicado en espacios cerrados.
Científicos y organizaciones locales han expresado inquietud por la aprobación del plan sin datos suficientes sobre los riesgos o eficacia ante la falta de pruebas previas en espacios abiertos, por lo que también cuestionaron la falta de transparencia en torno a la decisión de financiar la propuesta.
Estudios recientes han documentado cómo diversos contaminantes industriales en el cauce se transfieren al aire por aerosolización, principalmente a través de burbujas, por lo que dicho proceso podría agravar la propagación de sustancias nocivas para la salud.
Aunque el sistema se ha usado en plantas de tratamiento de aguas residuales bajo condiciones controladas, especialistas advierten que en un entorno abierto como el río Tijuana los subproductos del proceso podrían liberarse directamente al aire.

