Miguel Ángel Ornelas Arcinega, un mando activo de la Policía Municipal de Tijuana, detenido recientemente por su participación en el secuestro de una empleada de una tienda de abarrotes, ya había enfrentado la justicia en 2018.
El 29 de mayo de ese año, Ornelas fue arrestado junto a dos policías municipales y un civil por posesión de armas de fuego tras un altercado en el Bar “Leconteiner”.
Según los reportes de aquella noche, Ornelas y sus acompañantes intentaron consumir drogas en los baños del lugar, pero el personal de seguridad se los impidió. Esto desató una pelea que terminó con la intervención de las autoridades y la detención de los involucrados.
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Los arrestados fueron identificados como Ornelas, los policías Carlos Uriel, de 26 años, y Jesús Omar, ambos de Tijuana, así como un civil, Héctor, de 27 años, originario de Acapulco.
De manera extraoficial se reveló que, dos de los detenidos estaban vinculados a un cártel que opera en Baja California. Además, se descubrió que usaban un vehículo oficial clonado para moverse por la ciudad y cometer actividades ilícitas sin levantar sospechas.
Los cuatro fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, donde presuntamente enfrentarían cargos por los delitos como delincuencia organizada y posesión de armas, sin embargo, los hechos ocurridos la madrigada de este miercoles 14 de mayo, ponen en claro que Ornelas fue liberado y ascendido a 016, mando policiaco o supervisor general en la Presa Rural de Tijuana.
Ahora, se espera que la Fiscalía General del Estado (FGE) integre un sólido expediente en contra de Ornelas, pues su reciente detención evidencia una trayectoria de conductas delictivas por parte de un agente que ocupaba un puesto de alto rango en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal.