Baja California enfrenta un panorama complejo en materia de maltrato animal, lo que ha llevado tanto al gobierno estatal como al municipal a implementar estrategias para atender la problemática. La gobernadora Marina del Pilar Ávila y el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, detallaron recientemente las acciones que cada nivel de gobierno lleva a cabo para fortalecer la protección y el bienestar de los animales.
A pregunta expresa por esta redacción, la mandataria estatal destacó que su administración se ha definido como un “gobierno animalista”, al impulsar reformas y crear espacios de resguardo. Recordó la creación del Santuario Mily en Mexicali, al que calificó como el más grande del país, y anunció que se prepara un nuevo santuario en la zona costa, con sede en Rosarito, que dará servicio a Tijuana y Tecate.
A su vez, subrayó que la atención a los animales no corresponde únicamente al gobierno estatal, sino que también recae en los municipios. En este sentido, mencionó que existe una mesa de trabajo con los siete ayuntamientos de la entidad para coordinar acciones relacionadas con esterilización, rescate y adopción responsable. “Es muy importante que los municipios también atiendan a los animalitos en situación de calle”, afirmó.
Mónica Vega, secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, complementó la información al señalar que la política animalista en Baja California ha avanzado con la creación de una dirección estatal de bienestar animal, la prohibición de las calandrias y el fortalecimiento de campañas de esterilización. También destacó que, por primera vez, la Fiscalía estatal cuenta con un espacio como el Santuario Mily para resguardar animales rescatados de situaciones de maltrato.
De acuerdo con Vega, actualmente en el Santuario Mily se atienden cerca de 192 animales entre perros y gatos. Aunque la capacidad inicial era de 90, el espacio ha sido ampliado para responder a la demanda. No obstante, reconoció que aún hacen falta recursos e infraestructura, como la instalación de un incinerador.
Por su parte, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, informó que su gobierno ha trabajado en coordinación con la Fiscalía estatal y con la dirección municipal de control animal para reforzar las acciones contra el maltrato. Anunció una inversión cercana a los 10 millones de pesos para modernizar la infraestructura del Centro de Control Animal, a lo que se sumará la adquisición de dos clínicas móviles y un crematorio.
Burgueño explicó que, en total, las acciones municipales representan una inversión aproximada de 16 millones de pesos, destinados a mejorar instalaciones, equipos y unidades móviles. El objetivo, dijo, es atender con mayor eficiencia los casos de maltrato, así como garantizar la atención médica y sanitaria de los animales resguardados. “Queremos brindar un servicio adecuado y estar siempre en sintonía con el estado”, afirmó.
Tanto el gobierno estatal como el municipal coinciden en que enfrentar el maltrato animal requiere de una corresponsabilidad entre autoridades y ciudadanía. Mientras el estado impulsa la creación de santuarios y políticas públicas de protección, los municipios buscan fortalecer la infraestructura y la respuesta inmediata. El reto, reconocen ambos niveles de gobierno, está en fomentar una cultura de respeto hacia los animales y promover la adopción responsable como vía para reducir el abandono.