Rosarito BC. — Un grupo de jóvenes universitarios del colectivo cristiano UNO Santa Fe llevó un mensaje de amor y esperanza al Centro de Rehabilitación Charys en Rosarito, donde actualmente más de 180 hombres y mujeres luchan por liberarse de las adicciones, principalmente al fentanilo.
La visita incluyó donativos, una taquiza y momentos de música, así como el impactante testimonio de Juan Ramón, quien compartió cómo su fe en Dios lo ayudó a superar las drogas.
David Gómez, coordinador de UNO Santa Fe, explicó que se enteraron del trabajo de Charys a través de un documental en YouTube, lo que los motivó a acudir. “Es importante que nuestros jóvenes sean conscientes de las consecuencias del uso de las drogas y, sobre todo, tender una mano a aquellas personas cuyas vidas han sido afectadas por el consumo. Sabemos que Dios nos ama y tiene el poder de transformarnos”, declaró Gómez.
El Centro de Rehabilitación Charys, de orientación cristiana, abre sus puertas a personas en situación de calle provenientes de la Zona Norte y el Bordo de Tijuana. Su misión es brindar apoyo integral a quienes voluntariamente buscan dejar atrás las adicciones y construir una vida nueva.
Norberto García, pastor y administrador del centro, agradeció a los jóvenes y reconoció la importancia de las donaciones y el apoyo de organizaciones, iglesias y voluntarios para mantener el funcionamiento del lugar. “Gracias a quienes nos visitan, podemos atender a las 180 personas que están con nosotros y seguir ayudando a más personas a ser libres de las adicciones”, afirmó.
La jornada no solo dejó una marca en quienes reciben rehabilitación, sino también en los jóvenes universitarios, quienes se llevaron la satisfacción de ser un puente de esperanza para personas en proceso de cambio. Actos como este reflejan el poder de la comunidad y la fe para transformar vidas.