Industria automotriz de EEUU enfrenta efectos adversos por aranceles de Trump
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La empresa Ford Motor reportó pagos superiores a 800 millones de dólares por conceptos arancelarios originados por piezas extranjeras y tasas sobre el aluminio y el acero durante el último trimestre.

Las adversidades que enfrentan los fabricantes de automóviles se remontan a principios de abril, cuando entró en vigor el impuesto del 25% sobre vehículos y autopartes importadas tras la orden ejecutiva de Donald Trump. 

Aunque el mandatario posteriormente reculó y excluyó a la mayoría de los componentes procedentes de México y Canadá, esta disposición no evitó afectaciones en empresas como Ford y General Motors (GM), con presencia en múltiples regiones.

Dicho impacto contribuyó a una disminución considerable en sus utilidades netas durante el segundo trimestre pese a que la mayor parte de sus automóviles se ensamblan en Estados Unidos, aunque algunos componentes provienen de otros países.

La semana pasada, GM notificó una reducción significativa en sus utilidades trimestrales por los aranceles a vehículos y partes importadas, estimando una pérdida de mil 100 millones de dólares atribuible a esa política, mientras que Ford estimó que los aranceles disminuirán sus ganancias anuales en aproximadamente dos mil millones de dólares.

La firma ha señalado que cerca del 80% de los vehículos vendidos en Estados Unidos se producen localmente, no obstante, proveedores y materiales externos también han sufrido repercusiones por los aranceles.

En tanto, GM reportó una caída del 35% en ingresos netos durante el segundo trimestre y, aunque mantiene su proyección anual, la empresa advirtió que los efectos principales se reflejarán en los resultados del tercer trimestre.