El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció la aplicación de un arancel del 50% a 407 categorías de productos de acero y aluminio, con el objetivo de proteger la industria nacional.
Entre los artículos sujetos al nuevo impuesto destacan turbinas eólicas, grúas móviles, maquinaria pesada, bulldozers, vagones de ferrocarril, muebles, compresores y bombas. La medida busca limitar importaciones competitivas en precio pero producidas bajo condiciones distintas.
Según el Departamento de Comercio, esta política forma parte de un plan estratégico para “asegurar la competencia justa y fortalecer la industria estadounidense”, en medio de crecientes presiones sobre cadenas de suministro internacionales.
El impacto económico se reflejará directamente en compañías importadoras y exportadoras que dependen de dichos bienes, cuestión por la que se prevé un aumento considerable en los costos de importación y ajustes en cadenas productivas.
Especialistas advierten que el incremento de aranceles podría provocar tensiones comerciales con países exportadores y encarecer productos terminados que utilizan acero y aluminio como insumos, afectando sectores como transporte, construcción, manufactura y energías renovables.
El sector energético podría enfrentar mayores costos en proyectos de infraestructura eólica; la industria de la construcción y del transporte vería incrementos en maquinaria y vagones, mientras que la manufactura afrontaría encarecimiento en muebles, compresores y bombas.
Analistas en comercio internacional señalaron que, aunque la medida podría incentivar la producción nacional, también genera riesgo de represalias comerciales. Algunos sectores, sin embargo, la consideran una oportunidad para consolidar su competitividad interna.
El gobierno estadounidense indicó que la lista de productos sujetos a arancel se revisará periódicamente según la evolución del mercado y negociaciones internacionales, mientras empresas adaptan estrategias para reducir el impacto financiero.