Los homicidios en Baja California disminuyeron 35.8 por ciento durante los primeros 10 meses del gobierno federal encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, informó este martes el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Durante la conferencia “Mañanera del Pueblo” realizada en Palacio Nacional, el funcionario atribuyó la baja a un reforzamiento de los operativos de seguridad que han permitido la captura de importantes generadores de violencia. De septiembre de 2024 a julio de 2025, el promedio diario de homicidios pasó de 7.13 a 4.58 casos en la entidad.
García Harfuch señaló que el despliegue de células especializadas de analistas de inteligencia e investigadores ha permitido actuar con mayor precisión para ubicar y detener a objetivos prioritarios. Entre las detenciones más relevantes, mencionó a Gerardo “N”, alias JJ, líder de una célula delictiva bajo las órdenes de Edwin Antonio, alias Max o Oso, detenido en octubre de 2024 y considerado uno de los principales generadores de violencia en Tijuana.
Otro caso destacado fue la captura de Alfonso “N”, alias Cabo 13, vinculado con la facción de “Los Mayos” del Cártel del Pacífico y considerado objetivo prioritario en el estado. En otra operación, dos integrantes de la misma organización fueron detenidos mientras transportaban 608 kilos de metanfetamina, con un valor estimado en 167 millones de pesos.
Por su parte, Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, presentó el reporte de incidencia delictiva con cifras consolidadas al 31 de julio de 2025. Reiteró que Baja California pasó de un promedio de 7.13 homicidios diarios en septiembre de 2024 a 4.58 en julio de 2025.
A nivel nacional, la comparativa mensual de víctimas de homicidio doloso en el mismo periodo muestra una reducción del 25.3 por ciento, al pasar de 86.9 a 64.9 casos diarios, lo que representa 22 homicidios menos cada día en todo el país, según el reporte oficial.
No obstante estas cifras optimistas presentadas por el gobierno, la percepción ciudadana en Tijuana a menudo contrasta con la narrativa oficial. La ciudad continúa lidiando con altos indicadores de violencia, donde los asesinatos siguen cometiéndose a diario y mantienen en alerta a la población.
Asimismo, los índices de delincuencia común, que incluyen robos a transeúntes, asaltos violentos y extorsiones a comerciantes, siguen siendo una constante que impacta gravemente la vida cotidiana de los tijuanenses.