Gobierno de BC acerca servicios médicos a comunidades vulnerables 
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Con un enfoque humanista y de justicia social, el gobierno de Baja California, encabezado por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, ha fortalecido su estrategia de salud pública llevando atención médica gratuita hasta las comunidades más vulnerables y de difícil acceso del estado, a través del programa Caravanas de Salud Móviles.

Este modelo de atención ha superado ya el millón de servicios brindados, incluyendo consultas generales, medicamentos, estudios de laboratorio, atención dental, optometría, salud mental, adicciones y cirugías gratuitas de cataratas. La mandataria estatal destacó que incluso se ha llegado a comunidades remotas como Isla de Cedros, garantizando que ninguna persona quede sin atención por su ubicación o situación económica.

El secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, informó que los resultados del programa incluyen más de 100 mil consultas de primer nivel, la entrega de casi 367 mil medicamentos y más de 50 mil lentes adaptados, además de estudios especializados como mastografías, consultas psicológicas y distribución de apoyos funcionales. Todo esto forma parte de una estrategia integral enfocada en la prevención, la detección oportuna de enfermedades y el trabajo comunitario.

Este esfuerzo no solo mejora la calidad de vida de las y los bajacalifornianos, sino que también descongestiona hospitales y clínicas, al atender necesidades desde el primer contacto. La accesibilidad y el carácter itinerante del programa han sido claves para asegurar que la salud sea un derecho y no un privilegio.

Además de la atención médica directa, el estado mantiene una cobertura de vacunación ejemplar: actualmente, Baja California se encuentra libre de sarampión gracias a una campaña interinstitucional que ha alcanzado al 96% de la población objetivo. Esta acción preventiva ha sido fundamental para evitar brotes y proteger a la niñez.

Otro de los pilares del sistema de salud estatal es el Programa de Zoonosis, que trabaja en la prevención de enfermedades transmitidas por animales, como la rickettsiosis. Con operativos permanentes en zonas de riesgo, este programa ha contribuido a que Baja California se mantenga sin casos de rabia humana en casi 50 años, reforzando así su compromiso con la salud pública desde todos los frentes.