Tijuana, B.C.- “Aunque una persona ya no esté aquí, va a seguir viviendo en el cuerpo de otras personas”, fueron las palabras de María Isabel, madre de Guillermo, un joven de 20 años que tras fallecer por cáncer, sus órganos fueron donados para dar una segunda oportunidad de salvar otras vidas.
El caso de Guillermo es como el de muchos otros pacientes con cáncer, sin embargo, debido a que la cultura de la donación de órganos aún no se encuentra muy arraigada en el país, su deseo por continuar ayudando lo llevó a tomar la decisión de realizar una múltiple donación.
Aunque para la familia los últimos días han sido difíciles por la partida de Guillermo, sus padres encuentran consuelo y refugio en el que fue el último deseo del joven, mismo que decidieron respetar.
“Guillermo era un niño muy sano, era corajudo pero amoroso y muy afectivo, era como Chabelo, amigo de todos los niños. Solo queda aceptar la decisión de Dios. Solo él sabe porque suceden las cosas”, mencionó su madre.
De acuerdo con sus familiares, esta decisión llegó poco antes de que el padecimiento en el cuerpo de Guillemo comenzara a deterioralo rápidamente, situación que lo llevó a ser intubado y ser declarado más tarde con muerte cerebral.
A causa de esto, los seres queridos de Guillermo se reunieron este viernes 20 de junio en las instalaciones de la clínica 1 del IMSS para realizar los procedimientos correspondientes entre tristeza y la esperanza de que Guillermo pueda salvar a múltiples personas.
“Su cuerpo se iba a ir en una caja y se iba a ir en vano y esto es importante porque estás ayudando a más personas. El consejo que les puedo dar es que tengan la fortaleza y puedan aceptar la decisión de dios. Sólo él sabe porque suceden las cosas y tener el valor de donar”, concluyó María Isabel.
