Escándalo en Secundaria “Alfonso Reyes”: Acusan desvío de fondos y crisis de seguridad
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Tijuana BC., — La Escuela Secundaria General Alfonso Reyes #21 se encuentra en el ojo del huracán ante una serie de graves denuncias por parte de padres de familia, que incluyen presuntas irregularidades en el manejo de fondos, así como una negligencia en la atención de problemas de seguridad y salud entre los estudiantes. 

Caro Martínez, integrante del consejo escolar del turno vespertino, ha liderado la denuncia pública, señalando directamente a la directora del plantel, Alma Luisa Sígala Preciado, por supuestamente haber impedido la presentación de una denuncia formal ante un presunto robo de fondos y por hacer caso omiso a las alarmas sobre el bienestar de los alumnos. 

Según el testimonio de Martínez, la controversia financiera se centra en la desaparición de 17 mil pesos recolectados entre el 28 de octubre y el 31 de noviembre por la tesorera del comité de padres de familia, identificada como Evelia de la Paz Corona Navarro. 

Estos fondos estaban destinados al apartado de uniformes escolares. Martínez sostiene que solo 5 mil pesos de esa suma le fueron entregados para cubrir una inversión personal, mientras que los 12 mil pesos restantes habrían “desaparecido” bajo el pretexto de un “problema bancario” por parte de la tesorera. 

La situación escaló cuando, de acuerdo con Martínez, la tesorera dejó de responder, y la directora Sígala Preciado habría facilitado el cambio de turno y posterior baja de los hijos de la presunta implicada para su traslado a otra secundaria.  

La acusación más contundente es que la directora, pese a estar informada del supuesto robo, “no nos dejó poner denuncia diciendo que no iba a proceder”. Ante la presión de los padres afectados, la directora habría concedido un préstamo de 4 mil pesos al comité, del cual Martínez aportó mil 300 pesos para el primer pago. 

El comité de padres de familia, encabezado por Martínez, realizó diversas actividades (bazares y ventas) para recaudar fondos y cumplir con los compromisos de los uniformes, logrando con esfuerzo subsanar parte de lo perdido. 

Las denuncias de Caro Martínez van más allá de lo financiero. La madre de familia asegura que la dirección escolar habría ignorado sistemáticamente solicitudes del comité para implementar medidas de seguridad y programas de prevención.  

Se habrían solicitado cartas para realizar operativos “Mochila” y pláticas sobre violencia, sexualidad y drogadicción, propuestas que, según Martínez, fueron rechazadas por la directora bajo el argumento de que “ella tenía todo controlado”. 

Martínez detalló la preocupación por la seguridad en los alrededores del plantel. Como vocal de vialidad, presenció peleas con “muchachos externos” a la escuela, quienes generaban riesgo para los estudiantes. 

“Le dijimos [a la directora]: tenemos miedo de que un día nos vayan a dar un piquetazo con una navaja, con un cuchillo… por andar separando las bolitas”, afirmó, subrayando que la directora estaba al tanto de la situación. 

Además, Martínez reveló incidentes de alarmante gravedad dentro de la escuela: 

Un suceso donde elementos de Seguridad Pública y padres de familia acudieron al plantel por alumnos que estaban “fumando marihuana”. La confirmación por parte de la directora del hallazgo de “unas pastillas en el baño de las niñas”, indicando que “unas niñas tomaron pastillas”. 

—Urgen la intervención del DIF por menores involucrados en el consumo de marihuana y la gestión de “casos de embarazos de las niñas” en la institución—. 

La denunciante concluyó su testimonio expresando la profunda frustración por la aparente indiferencia de la dirección: “La directora le valió madre todo lo que le dijimos. Mientras todos sigan pagando, mientras todos sigan yendo a los paseos y les esté generando, vale madre todo lo demás”, insinuando que el interés económico prevalece sobre el bienestar de los estudiantes. 

Por esta razón, Martínez ha retirado a su propia hija de la escuela. 

Ante estas acusaciones de extrema gravedad, se espera que las autoridades de la Secretaría de Educación Pública y el Sistema Educativo Estatal inicien una investigación exhaustiva e imparcial para esclarecer los hechos, deslindar responsabilidades y, de ser el caso, implementar las medidas correctivas necesarias para garantizar la seguridad, la transparencia y el adecuado funcionamiento de la Secundaria #21 “Alfonso Reyes”. 

NOTA: Vía telefónica se buscó la versión de la directora Alma Luisa Sígala Preciado, quien respondió la llamada de manera evasiva, incluso, solicitó a este medio de comunicación volver a marcar en 15 minutos, por estar supuestamente “en medio de una importante reunión”, se le volvió a marcar sin obtener respuesta.