Un grupo de madres y cuidadoras de niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual concluyó un ciclo de terapia grupal que durante más de tres meses ofreció acompañamiento emocional y herramientas para enfrentar el proceso de recuperación familiar.
El programa, desarrollado en el Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM), incluyó nueve sesiones quincenales impartidas por las facilitadoras Blanca Alejandrina González Valenzuela y Lorena García. A lo largo de los encuentros, las participantes trabajaron temas como la ruptura del silencio, manejo del trauma, autocuidado, límites familiares y prevención del abuso.
Las sesiones combinaron dinámicas grupales y ejercicios de reflexión que permitieron validar emociones, fortalecer la confianza con sus hijas e hijos y fomentar la resiliencia frente a una de las experiencias más difíciles que puede atravesar una familia.
Durante el cierre del ciclo, las asistentes recibieron reconocimientos por su participación y compromiso. Muchas expresaron haber encontrado en el grupo un espacio seguro para compartir sus historias, sanar culpas y aprender a acompañar con más herramientas a las víctimas.
El proceso terapéutico dejó como resultado una mayor apertura al diálogo sobre el abuso, así como avances en la identificación y gestión de emociones, mostrando que la recuperación emocional también es un acto de justicia y de amor.