Coatlicue: la súper computadora y su potencial
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La supercomputadora Coatlicue, ubicada en el Centro de Datos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se ha consolidado como uno de los sistemas de cómputo de alto rendimiento más poderosos del país, capaz de procesar información y resolver problemas que están fuera del alcance de cualquier equipo convencional.

Nombrada en honor a Coatlicue, la deidad mexica asociada a la creación y la energía vital, la máquina refleja el espíritu de su propósito: transformar enormes volúmenes de datos en conocimiento útil, acelerar investigaciones críticas y fortalecer la infraestructura científica nacional.

Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Coatlicue permite ejecutar modelos climatológicos avanzados, simular huracanes, analizar movimientos sísmicos y estudiar materiales de última generación. En el ámbito de la salud, facilita investigaciones biomédicas de alta complejidad, como el modelado de proteínas, análisis genómico y simulaciones para el combate de diversas enfermedades.

Su capacidad también es determinante en áreas emergentes. Coatlicue funciona como un motor para el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial, el análisis de datos masivos y los cálculos especializados de ingeniería en sectores estratégicos como la energía, la industria aeroespacial y la aeronáutica.

Con la capacidad de ejecutar millones de millones de operaciones por segundo, la supercomputadora representa un salto tecnológico clave para México, al consolidar un modelo de soberanía científica y competitividad global. Desde su centro operativo, impulsa proyectos nacionales de alto impacto y coloca al país dentro del grupo de naciones con infraestructura robusta en cómputo de alto rendimiento (HPC).

Coatlicue no solo es una herramienta tecnológica: es un activo estratégico para el futuro, capaz de transformar la forma en que México investiga, innova y responde a los desafíos del siglo XXI.