Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, anunció su renuncia al cargo honorario de Coordinador de Proyectos Estratégicos del estado. La decisión, según expresó, responde a un acto de responsabilidad frente a la creciente polarización política y con el objetivo de no afectar el desempeño del gobierno estatal.
La renuncia se produce tras la revocación de su visa estadounidense y una serie de señalamientos en su contra, los cuales Torres calificó como infundados. A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, enfatizó que su salida busca evitar que temas personales se conviertan en un obstáculo para la administración pública.
“Sé que, en momentos como este, la polarización y los señalamientos —aunque infundados— no ayudan al clima que el estado y su gente necesitan”, señaló.
Durante su colaboración honoraria con el gobierno estatal, Carlos Torres impulsó proyectos sociales y de infraestructura que buscaban mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Entre los más destacados se encuentran la rehabilitación del parque Esperanto en Tijuana, la recuperación de la Laguna México en Mexicali y la modernización de la avenida Revolución, en un enfoque centrado en el rescate de espacios públicos.
Pese a que la revocación de su visa fue manejada como un procedimiento administrativo, algunos medios han intentado relacionarlo con investigaciones por supuestos delitos fiscales y financieros. Hasta el momento, ninguna autoridad judicial ha confirmado tales versiones, y Torres ha manifestado su disposición de colaborar con cualquier indagatoria que se lleve a cabo.
El también exmilitante panista ha mantenido una trayectoria activa en el ámbito social, sin ocupar cargos públicos remunerados. Desde entonces, se ha integrado a proyectos alineados con la visión comunitaria y urbana del actual gobierno estatal, obteniendo respaldo de diversos sectores por su trabajo voluntario.
Finalmente, Carlos Torres expresó su intención de mantenerse cercano a su familia y abierto a nuevas oportunidades. “Sé que el tiempo acomoda todo, y cerrar esta etapa también abre la posibilidad de comenzar otra cuando sea el momento”, afirmó.
Hasta ahora, la gobernadora Marina del Pilar no ha emitido declaraciones sobre la renuncia de su esposo, aunque la decisión ha sido interpretada como una acción para preservar la estabilidad política del estado.
