La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024 reportó que Baja California registró uno de los ingresos promedio trimestrales por hogar más altos en zonas rurales, con 75 mil 321 pesos.
Baja California Sur se ubicó justo debajo, con 74 mil 629 pesos. En contraste, Chiapas y Guerrero reportaron los niveles más bajos en áreas rurales, con 29 mil 587 y 35 mil 422 pesos, respectivamente, según datos del INEGI.
A nivel nacional, el ingreso promedio trimestral por hogar en zonas rurales fue de aproximadamente 53 mil pesos, por lo que Baja California se ubicó más de 20 mil pesos por encima del promedio.
En las zonas urbanas, los ingresos más elevados correspondieron a Nuevo León y Ciudad de México, con 119 mil 033 y 110 mil 955 pesos trimestrales, respectivamente. En el otro extremo, Chiapas y Guerrero reportaron 51 mil 895 y 56 mil 681 pesos.
Respecto al gasto corriente monetario, en áreas rurales, Baja California se ubicó en segundo lugar a nivel nacional con 42 mil 950 pesos por trimestre. El primer sitio fue ocupado por Ciudad de México, con 43 mil 999 pesos.
Chiapas y Oaxaca fueron las entidades con menor gasto rural, con 20 mil 913 y 25 mil 437 pesos. En áreas urbanas, el gasto más alto lo tuvo Querétaro, con 66 mil 762 pesos, seguido de Ciudad de México, con 66 mil 506 pesos.
En 2022, Baja California ocupó una posición destacada al registrar un gasto promedio trimestral urbano de 55 mil 602 pesos, ubicándose sólo detrás de Ciudad de México, que reportó 65 mil 089 pesos en ese mismo periodo.
Para 2016, el gasto urbano más alto se registró también en Ciudad de México con 65 mil 859 pesos, seguido por Nuevo León, con 53 mil 849, sin embargo, Baja California no figuró en los primeros lugares ese año.
En cuanto a la distribución del gasto por rubro, Ciudad de México destinó el mayor porcentaje a alimentos, bebidas y tabaco, con 24 mil 389 pesos por trimestre, lo que equivale al 36.7% del gasto corriente.
Chiapas, con menor gasto total, destinó 12 mil 605 pesos a esos mismos rubros, equivalentes al 46.5%. Esto reflejó una mayor proporción del gasto dedicado a necesidades básicas en los hogares de menor ingreso.

