Los bloqueos por la inconformidad con la nueva Ley de Aguas comenzaron a levantarse en distintas partes del país, pero en Mexicali la situación sigue trabada: la aduana permanece cerrada y el impacto ya se siente entre transportistas y empresas.
Alfonso Millán, delegado de la Canacar, explicó que en puntos críticos como Ciudad Juárez la movilidad volvió a la normalidad. Sin embargo, en Mexicali el cierre continúa y mantiene frenado el paso de mercancías, afectando directamente a los operadores de carga.
Millán dijo que el sector respeta las manifestaciones, pero recordó que los bloqueos golpean sobre todo a quienes viven del movimiento continuo de sus unidades. Por ello, llamó a las autoridades y a los líderes agrarios a encontrar una salida cuanto antes, ya que mantener detenida una aduana de ese tamaño representa un golpe económico para toda la frontera.
