Casi 200 abogados de 21 colegios participaron este lunes en una Marcha Silenciosa en la ciudad de Tijuana para exigir justicia por el asesinato de la abogada Emilia Ortega Cebes y por otros 13 profesionistas del derecho ultimados en lo que va del sexenio.
El contingente avanzó desde el Monumento a la Independencia, conocido como Las Tijeras, hasta la Fiscalía General del Estado (FGE).
Aunque el gremio suma más de 3,500 afiliados, solo una parte se movilizó. Sin embargo, la asistencia fue suficiente para dejar claro el creciente malestar entre quienes ejercen la abogacía en la entidad, un sector que afirma sentirse cada vez más vulnerable y desprotegido.
De acuerdo con un representante del gremio, esta movilización no responde a un hecho aislado, sino a años de impunidad. “No vemos ningún resultado. Basta ya de no poder salir a la calle, de no poder comer tranquilos, de no poder ejercer como se debe”, declaró al señalar que en ninguno de los casos, incluyendo el más reciente, hay avances significativos, pese a que las primeras 48 horas de una investigación son cruciales.
Tras años sin diálogo, esta vez los profesionistas lograron reunirse con autoridades al término de la caminata. Consideraron el encuentro apenas un paso mínimo, pero necesario para señalar de frente las fallas en las investigaciones y la urgencia de replantear la estrategia institucional.
El gremio fue contundente: han pasado cinco años desde el primer asesinato de un abogado en este sexenio y no existe un solo detenido, ni un caso esclarecido. La exigencia es directa y urgente: justicia y resultados reales.