Aunque el entorno comercial global ha sido modificado por aranceles que reducen márgenes y encarecen cadenas de suministro, fabricantes internacionales reportaron que reposicionar operaciones en Tijuana ha permitido construir estrategias más competitivas y sostenibles.
De acuerdo con el Economic Development Corporation (EDC) de Tijuana, los sectores aeroespacial, electrónico y de dispositivos médicos informaron reducciones de entre 40% y 70% en costos de producción, además de beneficios derivados del T-MEC y del programa IMMEX.
Empresas como Samsung, Honeywell, Medtronic y Safran ampliaron sus operaciones en Tijuana en los últimos años, incorporando la ciudad como parte estructural de sus planes de manufactura en América del Norte y no como medida temporal.
El marco del T-MEC posibilita la entrada sin aranceles de productos fabricados en Tijuana que cumplen requisitos de contenido regional, mientras que IMMEX permite importar insumos y equipos libres de impuestos para procesos de exportación.
Reportes empresariales señalan que la ubicación geográfica próxima a California reduce tiempos de traslado a pocas horas, en contraste con los envíos desde Asia que requieren entre 15 y 20 días para llegar a Estados Unidos.
La ciudad cuenta con más de 42 mil trabajadores en la industria de dispositivos médicos y universidades que gradúan miles de ingenieros cada año. Según DJO Global, estas condiciones impulsaron una productividad superior en sus plantas locales.
Además, las políticas fiscales de la zona fronteriza ofrecen incentivos como reducciones impositivas, devoluciones de IVA más rápidas y subsidios de infraestructura. Actualmente, Tijuana concentra alrededor de 600 empresas manufactureras activas en distintos sectores industriales.
Aunque en 2026 se hará la revisión del Tratado entre México, EEUU y Canadá, recientemente el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, reconoció que “no será fácil matar el T-MEC” pese a las intenciones del gobierno de Trump por separar a Canadá del mismo.
De acuerdo con el funcionario, la legislación de los Estados Unidos hace que no sea tan sencillo sustituir el actual tratado por uno bilateral, ya que de hacerlo, la misma indica un largo periodo antes de su término, que incluso rebasa al de Trump en la presidencia.