La falta de suelo disponible obliga a Tijuana a apostar por la vivienda vertical, afirmó Lerza Mercadillo, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Sección Tijuana Este 2025, quien advirtió que el desarrollo hacia las alturas ya es una realidad en colonias como Independencia.
La dirigente reconoció que existen sectores que se oponen a este tipo de proyectos, principalmente por el impacto en la movilidad, pero subrayó que el problema de tráfico no es nuevo en la ciudad. “Aquí todo el mundo tenemos carro porque el transporte público no es suficiente. Las calles se te acaban, el problema real es de infraestructura, no de los edificios”, sostuvo.
Mercadillo señaló que Tijuana arrastra rezagos históricos en su planeación urbana, lo que complica las adecuaciones actuales. “Hace 40 o 50 años no se respetaron ni las banquetas, y ahora cambiar toda una ciudad es un gran reto”, enfatizó. Sin embargo, confió en que los esfuerzos de las autoridades para mejorar la infraestructura acompañen el crecimiento vertical que ya comenzó.
Explicó que el proceso que vive Tijuana es similar al de otras grandes urbes como Ciudad de México y Monterrey, donde la falta de tierra obligó a crecer hacia arriba. “Cuando ya no hay tierra, la única forma es lo vertical. Esto ya sucedió en las ciudades grandes y Tijuana no será la excepción”, afirmó.
La representante de AMPI subrayó que la ruta del crecimiento vertical no debe improvisarse, sino planearse cuidadosamente. En este sentido, insistió en la necesidad de realizar dictámenes correctos de suelo y contar con un planteamiento claro para garantizar la seguridad y funcionalidad de los edificios.
“Lo importante es que se hagan los análisis y que el Ayuntamiento determine el peso máximo que se puede construir en cada zona”, puntualizó Mercadillo, quien reiteró que el desarrollo inmobiliario vertical es inevitable para atender la demanda de vivienda en la ciudad fronteriza.