Padres de una menor recién nacida en las instalaciones del Hospital Materno Infantil, exponen a NDT Noticias de Tijuana un presunto caso de negligencia médica y falta de transparencia en el Hospital Materno Infantil de Tijuana, donde la madre fue diagnosticada erróneamente con VIH y su recién nacida fue retenida y medicada sin necesidad, según la familia.
Los hechos se remontan al domingo 24 de agosto, cuando la madre acudió al hospital para una revisión de rutina. Dijo que, a pesar de no presentar dolores, el ginecólogo determinó que tenía 5 centímetros de dilatación y ordenó su ingreso.
Después de que la paciente y su esposo entregaran la documentación requerida, incluyendo los resultados de un ultrasonido y otros estudios, la pareja recibió una llamada de atención inusual.
Alrededor de las 2 p.m., el hospital solicitaría nuevamente los papeles. Solo unas horas después, a las 3:43 p.m., la mujer dio a luz a una niña sana. Sin embargo, la angustia comenzó a las 4:15 p.m., cuando el personal médico informó a la madre que había dado positivo en una prueba de VIH. Según el esposo, el hospital había “perdido” los estudios iniciales, lo que obligó a realizar una nueva prueba.
“Nos dijeron que los documentos se entrepapelaron”, relató el esposo de la afectada.
Tras el diagnóstico, los padres mencionan que el personal médico separó de inmediato a la bebé de su madre, lo que generó pánico en la familia. Pese a la presunta infección de la madre, los doctores aseguraron que la recién nacida se encontraba en perfecto estado de salud, algo que ellos mismos admitieron que no se explicaban.
Poco tiempo después, al realizar una segunda prueba rápida a la madre, el resultado fue negativo. No obstante, al analizar otra muestra en el laboratorio del mismo hospital, el resultado volvió a ser positivo.
“Un doctor nos comentó que han tenido varios casos así por falta de mantenimiento a las máquinas”, afirmó la familia, que recibió la recomendación de realizarse las pruebas en un laboratorio externo. El hospital, incluso, sugirió uno en específico.
Mientras esperaban el resultado de la muestra externa, la bebé permaneció en cuneros. El martes 26 de agosto, el resultado definitivo llegó: negativo.
A pesar de la tranquilidad que trajo este resultado, la familia se enfrentó a un nuevo obstáculo. Al darle de alta a la madre, el hospital informó que la niña se quedaría un día más para ser trasladada al Hospital General para realizarle más estudios. Esto contradecía la información inicial del personal médico, que aseguraba que la niña estaba sana y en perfectas condiciones desde su nacimiento.
La situación se agravó cuando, según la denuncia, un doctor se acercó a la madre para aconsejarle que hiciera el esfuerzo por llevarse a su bebé. “Nos dijo que le están dando medicamentos para una enfermedad que la bebé no tiene y que la niña está en un cuarto con niños que sí están enfermos, con el riesgo de que la contagien”, comentó la madre.
Este caso ha levantado serias dudas sobre los protocolos del Hospital Materno Infantil, la fiabilidad de sus equipos médicos y el manejo de información sensible, lo que podría haber puesto en riesgo la salud de una menor sana. Los afectados piden una investigación exhaustiva y que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los pacientes.
La familia, ante la angustia y la falta de transparencia, ha hecho un llamado urgente a las autoridades de salud y a la sociedad civil. Piden asesoría y apoyo para garantizar la seguridad y salud de la recién nacida y para exigir una investigación exhaustiva sobre los protocolos y el manejo de información en el Hospital Materno Infantil.
Afirman que el objetivo es que se deslinden responsabilidades y que se tomen las medidas necesarias para evitar que otras familias pasen por una situación similar.
