La caminata ceremonial del pueblo Wixárika fue añadida al listado del Patrimonio Mundial por parte del Comité de la Unesco, durante su sesión efectuada este sábado 12 de julio en la ciudad de París.
Este recorrido ancestral, todavía practicado por comunidades indígenas, atraviesa cerca de 550 kilómetros desde el Gran Nayar hasta el desierto de San Luis Potosí, pasando por Jalisco y Zacatecas, en el occidente de México.
Luego del anuncio, un vocero Wixárika tomó la palabra en su idioma originario para manifestar gratitud: “Agradecemos el compromiso del Estado mexicano tras tantos años de lucha”, declaró ante el foro internacional.
El trayecto, registrado como parte de las costumbres vigentes del pueblo indígena, sirvió históricamente para el retorno a territorios ancestrales, tras los desplazamientos forzados durante la colonización hispana.
Cada año, integrantes del grupo caminan bajo la guía del mar’akame a través de regiones de diversidad ecológica como la Sierra Madre Occidental y el desierto de Chihuahua, informó la organización cultural.
Al cierre de la travesía, se efectúa un rito con peyote, planta cactácea de significado ritual, asociada al dios Hikuri. Su uso está destinado al cuidado físico y al equilibrio espiritual de los participantes.
Este trayecto está vinculado con un relato mítico que describe el surgimiento de los seres humanos desde el mar y su viaje hacia Wirikuta, donde el Sol apareció por primera vez, en el Cerro El Quemado.
A través del camino, guías ceremoniales comparten conocimientos con generaciones jóvenes mediante cantos y narraciones, preservando saberes medicinales, técnicas agrícolas tradicionales y métodos de interacción sostenible con el entorno.
