Gobierno de BC busca frenar crisis entre ganaderos y pasteurizadora Jersey
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La creciente tensión entre productores lecheros y la empresa Pasteurizadora Jersey ha escalado en los últimos días, luego de que los ganaderos afectados difundieran una carta abierta dirigida al consumidor.

 En el documento, los productores denuncian adeudos que datan de hasta 40 semanas por parte de la empresa, la cual, aseguran, continúa operando con normalidad mientras mantiene una deuda millonaria con quienes han sido su base productiva durante décadas.

La misiva pública exige un compromiso formal por parte de la empresa que garantice pagos justos y oportunos. Los ganaderos califican la situación como un “abuso y una opresión”, y advierten sobre el impacto económico y emocional que la crisis ha tenido en sus familias.

Algunos se han visto obligados a vender cabezas de ganado para cubrir gastos básicos, ante la imposibilidad de sostener sus operaciones con los ingresos actuales.

El sector agropecuario del estado ha manifestado su preocupación por la gravedad de la situación. Productores alertan que, de no encontrarse una solución pronta, se corre el riesgo de un colapso en la industria lechera de Baja California. “No hay plan ni solución a la vista. Estamos en la cuerda floja”, señaló uno de los ganaderos, quien indicó que los costos de insumos como la alfalfa se han vuelto insostenibles.

Ante este panorama, el Gobierno de Baja California anunció que intervendrá para mediar entre las partes. A través de un comunicado, autoridades estatales informaron que en los próximos días se realizará una reunión de trabajo en la que participarán la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Economía, con el objetivo de buscar una solución integral que proteja la viabilidad del sector ganadero sin afectar la operación de la empresa.

Paralelamente, crecen las dudas en torno al futuro de Pasteurizadora Jersey. Fuentes cercanas a la empresa aseguran que los herederos estarían considerando abandonar el negocio lechero para enfocarse en proyectos del sector inmobiliario. Esta posibilidad ha generado mayor incertidumbre entre los productores, quienes temen quedarse sin un canal de distribución para su producción.

La comunidad ganadera espera que la intervención gubernamental no solo abra un canal de diálogo efectivo, sino que también derive en compromisos concretos que aseguren el pago de las deudas pendientes y garanticen la continuidad del trabajo en el campo bajacaliforniano. Para muchos, esta podría ser la última oportunidad de salvar a una industria históricamente vital para la región.