Durante el evento con motivo del Día del Niño, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, compartió con los medios de comunicación su experiencia trabajando con la niñez, destacando su trayectoria como maestro y la importancia de brindar un entorno seguro tanto académica como emocionalmente para los menores.
Burgueño recordó que durante su tiempo como docente, comprendió que la escuela es mucho más que un espacio de aprendizaje. “Formas a un niño en lo académico pero también en lo emocional, pues la escuela es su segunda casa y debe ser un lugar seguro”, expresó.
El alcalde también compartió un recuerdo personal: desde pequeño soñaba con ser presidente. “Desde niño me llamaba mucho la atención la política, veía estampitas de los presidentes de la República, veía quiénes eran los gobernadores y nunca renuncié a ese sueño”, mencionó.
La inspiración por servir a su comunidad nació a una edad temprana, impulsada por su admiración hacia las figuras del poder político en el país. Ese anhelo, dijo, fue creciendo con el tiempo hasta convertirse en una meta clara y alcanzable, guiado por su convicción y esfuerzo constante.
“Alguna vez alguien me dijo que nadie podía detener los sueños que yo tenía más que yo mismo”, recordó Burgueño, compartiendo que decidió adoptar esta ideología y por ello hoy busca transmitir ese mensaje de esperanza y perseverancia a los niños de su ciudad, alentándolos a nunca rendirse ante sus aspiraciones.
Finalmente, el alcalde reafirmó su compromiso con la infancia de Tijuana, asegurando que seguirá trabajando para que cada niño tenga oportunidades para crecer en un entorno seguro, con acceso a educación de calidad y con la certeza de que sus sueños son posibles.
